En los anteriores post te he hablado de las necesidades humanas según el “Coaching de intervención estratégica” y de los vehículos que utilizamos para cubrirlas.

Te he contado que desde esta disciplina existen seis necesidades básicas que todo ser humano tiene, necesidades que cubrimos mediante nuestras acciones y hábitos.

A las cuatro primeras se las llama necesidades básicas y son la seguridad, la variedad, la importancia y el amor/conexión. A las dos siguientes se las llama necesidades espirituales y son el crecimiento y la contribución.
Ya te he “hablado” de la seguridad, de la variedad, del amor/conexión y de algunos de los vehículos que utilizamos para cubrirlas. ¿Qué tal vas con esos vehículos? ¿Ya has revisado los hábitos, acciones, rutinas o cosas que hacer para satisfacer esas necesidades? ¿Te ha servido para tomar conciencia de por qué haces determinadas cosas que no quieres en tu vida, de por qué te cuesta mucho dejar y soltar ciertos hábitos, personas, circunstancias? ¿Y una vez tomada conciencia te ha servido para cambiar esas acciones, esos hábitos por otros más saludables?

Esto es como el comer. Tienes que comer porque si no te mueres. Si tienes a tu alcance fruta, verdura, etc.., comerás saludablemente, pero si solo tienes a tu alcance grasas, embutidos, etc, eso es lo que comerás. Pero necesitas comer sí o sí. Pues ídem con nuestras necesidades. Si tenemos vehículos saludables, así las cubriremos, pero si no, lo haremos con “lo primero” que tengamos a mano.

Hoy nos toca la última de las necesidades básicas. Esta es una de la que más nos cuesta reconocer, decir que la tenemos y después cubrirla con vehículos “buenos”. Es la necesidad de importancia.

Todo el mundo necesita sentirse especial, importante y necesitado.

Nos pasamos la vida comparándonos con los demás desde un punto de vista Inferior / Superior. Si soy superior, me siento bien, me siento importante. Si tengo razón, me siento bien… Si soy inferior, me hago pequeño y me siento mal; si no tengo la razón y no la demuestro, me siento mal…
Además de sentirnos importantes cuando nos comparamos con los demás, también lo hacemos cuando hemos conseguido algo, cuando hemos construido algo, o bien podemos sentirnos importantes destruyendo, o haciendo cosas “malas” que llamen la atención de mucha gente, quizá sea ejerciendo poder, o teniendo muchos problemas, o mucha vida social, obteniendo un puesto, cargo, trabajo “especial” para nosotros o para alguien cercano, o sirviendo a la familia, teniendo muchos hijos, a través de los logros de nuestros hijos, siendo los mejores en algo, o consiguiendo una riqueza inmensa o siendo inmensamente pobres también….
Ser orgulloso, ser perfeccionista, ser muy disciplinado o cuadriculado, competitivo…. implica tener una gran necesidad de importancia.

VIP_opt

¿Con qué vehículos cubrimos esta necesidad de Importancia? Además de lo que te he ido contando, tenemos los siguientes:
•Ropa. La moda. Lo que nos ponemos nos hace sentirnos diferentes y especiales.
•Pelo. Llevarlo de una u otra manera hace que nos sintamos guapos, bien, especiales, diferentes…
•Tatuajes. Implica diálogos internos como: “Me diferencio de los demás. Tengo algo especial”.
•Religión. Pienso: “Pertenezco a esta religión u otra y la mía es la verdadera, soy importante por ello.”
•Violencia. “Si soy el más fuerte, si domino a los demás, me siento superior, así me respetan”.
•Dinero. Típica creencia: “Cuando más dinero tengo, más valgo y más importante soy”.
•Espiritualidad. “Soy espiritual, me siento por encima de los demás. Que importante soy”.
•Arreglar problemas. “Tengo la solución a los problemas de los demás. Soy importante. Me necesitan”.
•Humor. “Que gracioso soy, todos me ríen las gracias cuando las cuento, me siento poderoso”.
•Intelectualidad. “Cuánto sé, todos me admiran cuando hablo, que importante soy”.
•»Titulitis»: “Cuántos títulos tengo, merezco respeto y una buena posición social”.
•Logros: “Mirad lo que he conseguido. Qué importante me siento”.
•Problemas. “Cuántos problemas tengo en mi vida, que importante soy”.
•Enfermedad. “Estoy muy mal, muy enfermo, estoy aquí, quiero visibilidad y ser importante”.
•Redes sociales. “Tengo muchos fans, muchos likes, cuánta gente me sigue, qué importante soy”.

Y ahora, como no, autocoaching… ¿Qué haces en tu vida para cubrir la necesidad de importancia? ¿De qué manera satisfaces esta necesidad? ¿Qué tiene que pasar para que tú te sientas importante? ¿Grandes logros? ¿Pequeñas cosas? ¿Cuáles son tus normas y reglas en relación a sentirte importante? ¿Cubres tu necesidad con vehículos “sanos”, buenos para ti, buenos para los demás y sostenibles en el tiempo? ¿O la cubres con vehículos que no te hacen bien, que hacen daño a los demás y que si los mantienes en el tiempo no te traerán nada bueno?
Yo hoy ya he cubierto mi necesidad de importancia a través de este post. Y tú, ¿qué vas a hacer hoy para cubrirla que sea bueno para ti, que pueda ser bueno para los demás, y que puedas sostenerlo en el tiempo? Ya me contarás.

Un fuerte abrazo.

Share