En los anteriores post te he hablado de las necesidades humanas básicas según el “Coaching de intervención estratégica” y de los vehículos que utilizamos para cubrirlas.

Te recuerdo que para esta disciplina existen seis necesidades básicas que todo ser humano tiene, necesidades que cubrimos mediante nuestras acciones y hábitos.
A las cuatro primeras se las llama necesidades básicas y son la seguridad, la variedad, la importancia y el amor/conexión (que son las que hemos visto ya).

Y vamos a por las dos siguientes y últimas. Son las llamadas necesidades espirituales y son: el crecimiento y la contribución.

CRECIMIENTO: Cuando paramos de crecer, empezamos a morir. Necesitamos cultivar todos los aspectos de nuestra vida o si no irán degenerando. Necesitamos cuidar, desarrollar y expandir nuestro intelecto, nuestro físico, nuestra espiritualidad, nuestras relaciones, nuestra economía….
Los grandes psicólogos, filósofos, pensadores lo han constatado a través de los tiempos. Por ejemplo, Freud reunió a varios de sus discípulos para hacerles una pregunta y les dio un tiempo para que investigaran hasta hallar una respuesta convincente. La pregunta fue: ¿Qué es para vosotros la felicidad? ¿Qué es la felicidad? Tras varios años de duro estudio e investigaciones llegó el aventajado Carl Jung con una respuesta: – Ya lo tengo. – dijo. – La felicidad es consciencia de evolución, es darte cuenta de que creces y te desarrollas. Y todos le aplaudieron.
He aquí “el descubrimiento” de esta necesidad que nos lleva a la realización personal y a sentir que vamos avanzando en la vida.

CRECIMIENTO_opt

Hay personas que satisfacen esta necesidad mediante el estudio constante, otras mediante el ejercicio físico, otras mediante la lectura, la espiritualidad, las finanzas, la pareja… Aquello que te haga crecer y mejorar tu persona al nivel que sea, es un vehículo de crecimiento. ¿Cuáles son los tuyos? ¿Qué haces tú para crecer diariamente en tu vida? ¿Cubres esta necesidad?

 

CONTRIBUCIÓN: Dar, contribuir, entregarse a los demás. Es dar más allá de lo que podamos recibir a cambio. Es dejar de preocuparnos por nuestras necesidades y preocuparnos por las necesidades de los demás.
Cuando uno cambia el foco del sí mismo hacia los demás, la mayor parte de las fuentes de dolor, de los problemas y sufrimientos pierden importancia.
La contribución es la necesidad humana que cubre las otras cinco de una manera más efectiva (da seguridad, da variedad, da importancia, da amor y conexión y hace que crezcas).
¿Qué haces diariamente para satisfacer esta necesidad?

Cualquier cosa que aporte valor a la vida de otra persona implica contribución, puede ser desde ayudar a cruzar la carretera a un invidente, subir la compra a la vecina que no puede con ella hasta colaborar con una ONG o escribir un libro. ¿Qué mas se te ocurre?

CONTRIBUCION

Cuando nuestras necesidades de amor, de crecimiento y de contribución están cubiertas, las demás necesidades se cubren automáticamente.

Por ello, re-enfocar nuestras necesidades hacia el crecimiento y a la contribución hará que nuestra vida cambie totalmente. ¿Qué estás dispuesto a hacer a partir de ahora (o qué estás dispuesto a continuar haciendo) para crecer y contribuir cada día? Prueba a ver qué pasa. Sólo desde la acción es que se producen cambios en nuestra vida.

(Post escrito para el blog del teléfono de la esperanza de León. Te animo a que lo visites y dejes tus comentarios.
http://telefonodelaesperanzaenleon.blogspot.com.es/search/label/Pax%20Vostrum)

Share