Ponte en situación, estás en tu casa, a última hora de la noche y a punto de irte a la cama.

Ahora te pregunto: ¿Qué eres?, ¿Quién eres?, ¿Quién has sido hoy? ¿Cómo ha sido la vida hoy?  Me gustaría que contestaras mentalmente a estas preguntas y las reflexionaras durante unos minutos antes de seguir leyendo.

Imagino que antes de contestar habrás hecho un repaso mental de tu día y te habrás dedicado a “rescatar” todo aquello que, de entre todo lo te que ha sucedido y has hecho, se ha quedado grabado en tu mente.

¿Y qué es lo que se queda grabado en tu mente en el día de hoy? ¿En qué has decidido enfocarte en este día? ¿Y qué significado has decidido darle a aquello en lo que te has enfocado? Y voy un poco más allá, ¿qué has decidido hacer con todo lo que hay en tu mente, con esos pensamientos que vienen de aquello en lo que te enfocas y el significado que tú les das?

¿Cuál ha sido tu realidad en este día?   ¿Podrías decir que te gusta? ¿Está en paz y alineada con lo que quieres para ti? ¿Y qué podrías hacer para que así fuera: cambiar lo que tú haces, cambiar aquello en lo que te enfocas, o cambiar el significado que tú le das a lo que ves?

Esto parece un interrogatorio, ¿no?

Me gustaría que reflexionaras sobre esto del enfoque y el significado porque nuestra realidad es esto.   Si yo me levanto por la mañana con unas circunstancias “X”, agradezco a la vida por un día más, me cuido, me dedico a cosas gratificantes, contribuyo, crezco, avanzo, disfruto e interpreto todo lo que me sucede con unas gafas de ver la vida buenas, mi realidad será maravillosa.

Pero si yo me levanto por la mañana con esas mismas circunstancias “X”, quejándome de que la vida que tengo no es la que quiero para mi, si me maltrato de muchas formas, hago cosas que no me gustan y me hacen sentir mal, no contribuyo ni ayudo a nadie, sino que estoy enfocado en mi, además no hago nada para crecer, avanzar ni disfrutar…

y encima interpreto todo esto con unas gafas “sucias” de ver la vida, pues mi vida será terrible.

Las circunstancias “X” son las mismas en ambos casos, la diferencia es cuestión de elección a la hora de interpretar, a la hora de escoger cómo veo la realidad, en qué me enfoco de todo lo que hay y qué significado le doy a lo que es.  Todo es cuestión de gafas de ver la vida . ¿Cuáles decides ponerte tú?

Hablando de gafas…, me acabo de acordar de un vídeo muy divertido de Fidel Delgado en el que se “ve” muy bien todo esto ;).  Te paso el link por si te apetece pasar un rato de risas. Aquí va: https://m.youtube.com/watch?v=o54zVpxBHsA

Repetirme estas preguntas a diario me ayuda a limpiar mis gafas para verlo todo un poquito “más limpio”: ¿En qué me enfoco? ¿Qué significado le doy a aquello en lo que me enfoco?  ¿Y qué hago con ello?

Share