Quiero compartir contigo en este post un poquito de un libro al que llevo algún tiempo dando vueltas y que más que leyendo, estoy estudiando: «Confidencias de Antonio Blay» es su título.

Antonio Blay es un psicólogo barcelonés al que se considera uno de los precursores de la psicología transpersonal en España.  Fue un eterno buscador que desde bien joven sintió una gran inquietud e interés por descubrir quién o qué es uno mismo, qué es la vida, qué sentido tiene todo, qué pasa en la muerte, Dios…

En este libro el autor «se desnuda» y nos cuenta un montón de confidencias honrando así a su título.

Entre otras cosas nos habla de que existe un modo directo de acceso a esa Realidad Superior de felicidad, aunque a diario nos sintamos muy metidos en nuestra estructura personal limitada y para él, este modo directo es la meditación o la oración contemplativa.

  • Palabras textuales del libro (te las voy a poner en cursiva y después añado en letra «normal» mis comentarios y preguntas) que quiero compartir contigo:

“La persona funciona de acuerdo con las ideas que están profundamente incrustradas en su interior, respecto de sí mismo y respecto del mundo”. –  ¿Cuántas veces has oido esto ya? No vemos la realidad tal como es, sino tal como somos.

“Me aislaba de todo y vivía, vivo, una gran paz y bienestar, pero exteriormente cuando comenzaba a actuar, a hablar con la gente, a hacer las cosas cotidianas, entonces, todo yo funcionaba con los problemas de siempre. Mis problemas eran, un gran miedo y un tremendo sentimiento de inferioridad. El resultado de esto es que yo procuraba hacer lo menos posible. Procuraba vivir refugiado en esa zona de bienestar. Pero yo tenía que actuar, porque la vida tiene sus exigencias, y lo hacía todo lo mal que podía y sabía. Este problema de miedo, de malestar, de angustia interior permanente y de un sentido de inferioridad en relación con todos, ya que no había ningún dato específico concreto, es algo que padecía desde toda mi vida”.  –  ¿Te sientes identificado con esta afirmación de Blay? Yo sí, a menudo. ¿Cuántas veces sientes paz, estás bien cuando estás solo? ¿Pero después el relacionarte con los demás y tener que mostrarte, exponerte..esto hace que te desequilibres?

“Quiero saber todo lo que hay en mi. Quiero que todo lo que está escondido salga a la luz, para que lo pueda ver y lo pueda vivir conscientemente”. – Decreto que implica tomar la decisión de vivir atento, consciente, tratando de crecer y avanzar cada día rumbo a la libertad, plenitud y paz.

“En el mundo encontramos personas que tienen una gran demanda y experiencia del nivel Superior, pero con una personalidad muy encogida. Y al revés, encontramos personas con una gran afirmación en lo personal, sin demanda aparente de lo Superior. No creo que exista un “se debe hacer”, sino que cada cual ha de ser muy sincero consigo mismo y tratar de vivir conscientemente aquello donde le empuja su demanda personal,sin referirse a ningún modelo”.   – Eso es. Tratar de ser y vivir conscientemente nuestra propia naturaleza, como el maestro oriental o el alacrán.

“En la vida diaria uno ha de “obligarse” a vivir más y más su energía, su inteligencia y su afectividad, cuando está realizando las cosas normales. Se trata de hacer cada cosa utilizando el máximo de lo que uno es capaz de dar, como si cada acto fuera el más importante. No consiste en cambiar ninguna acción, sino en poner todo el gas, toda la intensidad, toda la lucidez y presencia de uno mismo en lo que se esté haciendo, sea lo que sea”.    – ¡VIVE CON PASIÓN!  Entregarnos a la vida, hacer con toda nuestra alma aquello que nos toque hacer. Dejar de reservarnos por miedos, bloqueos, etc…..  Ser elevado a la máxima potencia.

“Nos convertimos en lo que expresamos. Yo me convierto en lo que expreso. Gracias a esta expresión que yo actualizo mi energía, mi inteligencia y afectividad. No es lo que siento dentro lo que realmente me desarrolla, es lo que yo activo, lo que yo expreso dinámicamente en el mundo”.   – El mundo solo ve aquello que expreso. Solo soy para los otros aquello que expreso, aquello que muestro. Lo demás «queda en el tintero».

“Muchas personas sienten muchas cosas por dentro, pero expresan pocas, explicitan pocas. El resultado es que hay un gran desfase entre su mundo interno y su mundo externo. Descubrir la importancia de la expresión como medio de actualización completa y real del potencial, esto fue para mí un hecho muy importante”.  – ¿Cuántas veces has tenido o tienes la sensación de que puedes dar mucho más, de que tienes una vida interior muy rica y de que nadie lo sabe o valora lo suficiente?  Coño (perdón).., si no la/lo expresamos…, los demás no tienen bolas de cristal para adivinar.

“Mientras vosotros seguís pensando y preguntando, yo sigo haciendo”.  – Desde la acción suceden cosas.

“La importancia de ver lo que está pasando en uno, de comprender, no solamente de buscar una satisfacción al malestar o de buscar sentirse fuerte, sino de entender lo que está pasando, parece que es un factor importante para acelerar el trabajo de transformación y encuentro con uno mismo. Esto se hace desarrollando una atención profunda a lo que está pasando en mí cada instante, porque cuando yo detengo ese funcionar y pienso, ya funciona otro sector enteramente distinto de mi mente, de mi personalidad. Solo cultivando esta profunda atención a lo que está sucediendo, uno puedo ir descubriendo, porque detrás de cada acto está su sentido, su razón de ser”.   – La dicotomía entre mi circuito inferior y superior de conciencia, entre mi mente y mi corazón.  Si vivo atento, en el camino del corazón, lo «mental» ya no me perturba, relativizo, comprendo, acepto, fluyo….

“Normalmente nuestra atención está permanentemente fuera del Fondo. Está metida dentro de nuestra visión, de nuestro mental sobre nosotros y sobre las cosas. Redescubrir, despertar a esta dimensión central profunda, que todos somos inevitablemente ahora como seres concretos, es como un volver a nacer de inmediato en tanto que ser humano concreto, a nivel psicológico, pero vivido en profundidad”.   – Si vivo en mi mente, dramatizo, sufro, nunca estoy conforme, si vivo en mi corazón, relativizo, no hay un ego que se ofenda o sufra.

“La persona, constantemente, tiene una visión de sí, una capacidad de vivirse a sí misma y cree que esto es ella. Pero solo es una etapa. Cuando la persona va madurando y viviendo en profundidad, o la vida la empuja definitivamente a vivir en profundidad, entonces va descubriendo una nueva dimensión de sí. Es pasar de una conciencia habitual de uno mismo a una conciencia de profundidad, en la que no se puede decir que es tal cosa, de este o de otro modo, sino que “es”, aquí y ahora”.   – Dejo de existir, dejo de dar tanta importancia a mi yo, simplemente la conciencia fluye a través de mi, no hay un ego que interpreta la realidad siempre limitada y contradictoria.

“El mayor bien que uno puede recibir es ser fiel y consecuente consigo mismo y muy sincero. Comportarse con la conciencia profunda y auténtica de uno mismo, respecto de sí mismo y respecto de los demás”.  – Amén. Otra vez el maestro oriental y el alacrán.  Conocer nuestra naturaleza y ser fiel a ella misma es el mayor acto de amor y valentía.

“Yo he de ir a lo que mi interior está pidiendo y ese interior es el que me guiará constantemente hacia lo que me corresponde, hacia lo que es mi verdadera naturaleza profunda en proceso de actualización”.   – Solo viviendo en contacto profundo con lo que soy de verdad, sólo escuchándome, estando en silencio conmigo misma/o voy a saber cuál es mi verdadera naturaleza, y de ahí poder expresarla al mundo.

Ahora ya conoces un poquito más de este «sabio» y de «su camino» para encontrar la plenitud. Camino que comparto, camino que me gusta para transitar por él, camino que yo emprendí hace algún tiempo y del que trato de no desviarme, camino que considero imprescindible para VIVIR con mayúsculas.  ¿No te pica el gusanillo (que no el alacrán) de emprender este viaje?

Share